El nuevo contrato de Miguel Cabrera provocó su comparación como bateador con Albert Pujols. En descenso este último desde que pasó a los Angelinos y con las pródigas cosechas del primero en las pasadas dos campañas, es indudable que el venezolano ha pasado a ocupar la cúspide de las ligas mayores en el aspecto ofensivo.
Pero para hacer un cotejo justo de estos dos portentos se deben ubicar al momento en que sus actuaciones estaban igualadas. Pujols debutó en liga mayor en 2001 y Cabrera en 2003, por lo que al finalizar la campaña del año pasado el astro de los Tigres había agotado una labor similar a la que el dominicano había rendido al término de 2011, que fue la anterior a su paso a los Angelinos. En ese año Pujols había consumido 6,312 turnos al bate, al iniciarse esta campaña Cabrera había acumulado 6,218. En los resultados generales el entonces miembro de los Cardenales enseñaba .328/.420/.617/1.030 de AVG/OBP/SLG/OPS frente a .321/.399/.568/.967 del nativo de Maracay. Pujols había disparado 445 cuadrangulares que arrojaban un porcentaje de 7.1 mientras el inicialista de Detroit recolectaba al final del 2013 un total de 365 con promedio de 5.9.
En esos resultados ofensivos tradicionales es indiscutible la superioridad del quisqueyano, si los desglosamos en las diferentes situaciones esa ventaja aumenta. Con corredores en posición anotadora Pujols tenía promedio de bateo de .342, Cabrera está en .335. Con corredores en situación similar, pero con dos outs, están emparejados, .318 a .317, pero en la conocida como en el “clutch”, del séptimo episodio en adelante con el juego arriba por una carrera, igualado o la carrera del empate en el círculo de espera, Pujols tenía promedio de .307 con 57 cuadrangulares en 830 turnos mientras Cabrera exhibe .292 y 48 jonrones en 893 veces. En el periodo final de las campañas, cuando parece que los bates
pesan toneladas, Pujols disparaba para .339 y Cabrera para .306 con 63 y 59 batazos de cuatro bases respectivamente.
En el único renglón en que Cabrera saca alguna ventaja es en la producción de carreras, no en la cantidad, sino en el porcentaje de corredores remolcados en relación a los encontrados en base. Este ha enviado a la goma a 898 de 4,810 para un 18.7%, mientras el quisqueyano transportó 886 de 4,902 para 18.1%.
Finalmente Pujols había acumulado al terminar el 2011 un WAR de 86.4 y Cabrera inició esta campaña con 54.6, siendo esta la conclusión más evidente a favor del primero.
Con el descenso que ha tenido Pujols desde el 2012, a partir de este año Cabrera tiene la oportunidad, manteniendo su producción a los niveles acostumbrados, de recortar la distancia que los separa.
Albert Pujols comenzó esta campaña con .321/.410/.599/1.009, aún agregando los años deficientes mantiene la delantera.
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