MÉXICO -- El 2013 llega a su fin y es momento de hablar de los peloteros latinos que más destacaron en este año, se pueden mencionar muchos nombres, pero hay tres en especial que a mi parecer acapararon los reflectores.
MIGUEL CABRERA
Con todo y el talento de Miguel Cabrera, pocos se hubieran atrevido a pronosticar que un año después de lograr la primera triple corona en casi medio siglo, el de Maracay sería capaz de llevar un ritmo estadístico superior al de 2012. El 2013 empezó con todo para Cabrera que se metió en una emocionante lucha con Chris Davis por el liderato de jonrones y remolcadas pero que siempre tuvo ventaja en el departamento de promedio al bate, renglón que le dio a la postre su tercer título de bateo en la Liga Americana.
Con todo y el talento de Miguel Cabrera, pocos se hubieran atrevido a pronosticar que un año después de lograr la primera triple corona en casi medio siglo, el de Maracay sería capaz de llevar un ritmo estadístico superior al de 2012. El 2013 empezó con todo para Cabrera que se metió en una emocionante lucha con Chris Davis por el liderato de jonrones y remolcadas pero que siempre tuvo ventaja en el departamento de promedio al bate, renglón que le dio a la postre su tercer título de bateo en la Liga Americana.
Una lesión en la ingle, que finalmente le llevó al quirófano, afectó el último tercio de la campaña de Cabrera que aun así concluyó con la misma cantidad de jonrones que el año anterior (44) y con solo dos remolcadas menos (137) que en su temporada de triple coronado. El antesalista venezolano jugó 148 encuentros en 2013, 13 menos que la zafra anterior
Su bajo rendimiento en los playoffs y el fracaso colectivo de los Tigers que quedaron fuera ante los Red Sox en octubre, son la única mancha en un 2013 impresionante del tigre venezolano, pero para quien le haya visto jugar, fue evidente que Miguel estuvo lejos de su mejor condición física a causa de las lesiones.
DAVID ORTIZ
En el deporte lo más importante no es como se empieza sino como se termina y David Ortiz cerró el 2013 como pocos peloteros en la historia de las Grandes Ligas han culminado sus temporadas. Después de perderse las primeras dos semanas de abril por lesión, Ortiz tardó en tomar su ritmo y para finales de mayo solo sumaba 6 jonrones y ostentaba un promedio de .275. Pero su campaña fue en ascenso hasta llegar a la Serie Mundial donde impuso records ofensivos y se cargó en hombros a la ofensiva de los Red Sox.
En el deporte lo más importante no es como se empieza sino como se termina y David Ortiz cerró el 2013 como pocos peloteros en la historia de las Grandes Ligas han culminado sus temporadas. Después de perderse las primeras dos semanas de abril por lesión, Ortiz tardó en tomar su ritmo y para finales de mayo solo sumaba 6 jonrones y ostentaba un promedio de .275. Pero su campaña fue en ascenso hasta llegar a la Serie Mundial donde impuso records ofensivos y se cargó en hombros a la ofensiva de los Red Sox.
Pocas veces hubo un MVP de Serie Mundial menos discutido. El bateador dominicano se embasó en 19 de 25 oportunidades y lo hizo 9 veces de manera consecutiva para igualar un record absoluto. Ortiz pegó 11 hits y dejó un sobrenatural promedio de .688 al tiempo que pegaba 2 jonrones y empujaba 6 carreras para acabar con el picheo de los Cardinals que inexplicablemente le lanzó en más de una ocasión con la primera base libre.
A sus 37 años David Ortiz se encargó de más de un cuarto de toda la ofensiva de Boston (11 de 41 hits) y fue el responsable máximo de que su novena celebrara la Serie Mundial en Fenway Park por primera vez desde 1918. Ortiz se hizo grande en el momento en el que la mayoría de los peloteros se hace pequeño.
MARIANO RIVERA
El panameño es uno de esos pocos peloteros que uno puede calificar de irrepetible en la historia del beisbol, entre otras cosas porque parece imposible conseguir en esta época a un cerrador que se mantenga en el puesto de manera efectiva por más de tres temporadas seguidas. Además son muy pocos en la historia, no del beisbol sino del deporte en general, capaces de retirarse al tope de sus habilidades. Porque eso hizo Mariano. A sus 43 años, el panameño fue capaz de salvar 44 juegos con unos Yankees que sumaron menos de 87 victorias (ganaron 85 en 2013) por primera vez desde 1995, año en el que Rivera debutó con la franquicia, como abridor por cierto.
El panameño es uno de esos pocos peloteros que uno puede calificar de irrepetible en la historia del beisbol, entre otras cosas porque parece imposible conseguir en esta época a un cerrador que se mantenga en el puesto de manera efectiva por más de tres temporadas seguidas. Además son muy pocos en la historia, no del beisbol sino del deporte en general, capaces de retirarse al tope de sus habilidades. Porque eso hizo Mariano. A sus 43 años, el panameño fue capaz de salvar 44 juegos con unos Yankees que sumaron menos de 87 victorias (ganaron 85 en 2013) por primera vez desde 1995, año en el que Rivera debutó con la franquicia, como abridor por cierto.
Pero en su última temporada quedó claro que el aporte de Mariano al beisbol fue inmensamente mayor que sus impresionantes números como relevista. En 19 campañas en las mayores salvó 652 encuentros de temporada regular, cantidad que me atrevería a asegurar, nadie repetirá en las Grandes Ligas; pero el cariño que recibió en cada parque de pelota en el que lanzó por última vez, unos pocos lo sueñan y menos aún son los que llegan a sentirlo. Desde aficionados hasta peloteros rivales rindieron su particular homenaje al lanzador panameño que llegará sin duda alguna al Salón de la Fama de Cooperstown y se mantendrá allí mucho tiempo como el mejor relevista de historia. Mariano se fue y con él desapareció el número 42 de todo de MLB, ese que portó Jackie Robinson para romper las barreras del racismo, ese que Mariano convirtió en símbolo de terror para cientos de
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